La versión de Pedro Víllora potencia el enfrentamiento entre lógica y tradición desde la perspectiva omnipresente de Segismundo y brinda, finalmente, un resquicio para la esperanza.

RAFAEL GONZÁLEZ TEJEL, lacallemayor.net

 

En ese esfuerzo por vivificar la experiencia de Segismundo radica el mérito de esta versión… Vigencia. De eso se trata, a la postre, cuando se relee a los clásicos. El mejor comentario proviene de un espectador anónimo: comentaba satisfecho que, a diferencia de montajes anteriores, esta vez había aprehendido la trama y la idea de la obra. Es el mejor elogio que puede hacerse.

SERGI DORIA, ABC

 

Siglo de Oro, la primera compañía de teatro española que llega al Volksbühne con Calderón de la Barca, aprobó hoy la selectividad en este emblemático escenario berlinés con una versión de La vida es sueño heredera de Matrix y a la altura de los padrinos de esta casa, Johann Kresnik y Frank Castorf… Una prueba de fuego para esta obra del XVII respetuosamente adaptada por Pedro Víllora en un escenario acostumbrado a puestas en escena heterodoxas.

URSULA M. JUNGLEWITZ, Efe

 

Una Vida es sueño audaz, desnuda de retóricas astrales y, en cierta medida, irreverente con cánones y tradiciones.

JAVIER VILLÁN, El Mundo

 

La versión plástica, rigurosa y concentrada de Pedro Manuel Víllora subraya y elucida con sabiduría ese juego de fuerzas y elementos en tensión que Juan Carlos Pérez de la Fuente ha llevado a escena con vigor.

JUAN IGNACIO GARCÍA GARZÓN, ABC

 

Hacer una versión de un clásico como Pedro Calderón de la Barca , y además de una obra cuyos textos o al menos muchos de sus versos pertenecen a la memoria colectiva, es tarea de la que hasta el día de hoy pensábamos se podría salir airoso o pegarse el que lo intentare un tortazo de importancia. Pero existe otra posibilidad en la que no habíamos reparado hasta ahora, hasta ver sobre el escenario la extraordinaria versión de Pedro Manuel Víllora. Es esta tercera posibilidad la de construir un armazón eficaz sobre el que componer toda una obra de arte, como esta que con tanta precisión como riesgo ha puesto en escena Juan Carlos Pérez de la Fuente. Repetimos el calificativo: Extraordinaria.

BERNARDO ROMERO, El Mundo